miércoles, 4 de febrero de 2009

La Clase. Apunte previo. La deriva de la crítica a la deriva.

(¿Por qué no la habrán traducido al español como “Entre los muros” que es su título en francés “Entre les murs” más sugerentemente provocativo?, ¿será que en el idioma español no hemos vinculado aún la vieja tesis de lo carcelario de los sistemas educativos?)
Lo primero es que no hemos visto la película aún, con lo cual, no hablaremos de la película. Nos interesa hacer referencia a algunos rasgos de su forma de producción y al cansino tema de lo documental y lo ficcional al que el Nº 19 de los Cahiers du Cinema se dedica dejándo un buen espacio para esta película.
Decimos cansino tema porque nos preguntamos realmente: ¿hasta cuándo vamos a seguir haciéndonos preguntas sobre el cine, que más que análisis parecen ecos fantasmales de una crítica del pasado o que deberíamos ubicar en el pasado?. ¿Será que si preguntamos durante décadas la misma cosa evitamos desgastarnos en fabricar nuevas preguntas?
Si, aparte, los autores de La Clase dicen con claridad que la hicieron basándose en un libro de François Bégaudeau”, sobre el que - comentan -“creamos una estructura recuperando partes del libro y creamos personajes que iban a tener un papel importante... Luego organizamos talleres de improvisación...con alumnos del Instituto ... del que salieron los protagonistas de la película.
- ¿Hubo guión tradicional?- Si, si... durante el rodaje, yo les daba a los alumnos-actores algunas frases recogidas del guión, aquellas que me gustaban lo suficiente como para escucharlas en la película...(aunque) los alumnos nunca leyeron el guión...”
- Se han podido leer comentarios diciendo que los actores se interpretan a sí mismos, que por eso son tan creíbles...¡En absoluto! -contesta-.

Pues la película parte de un libro, escriben un guión, forman actores especificamente para la película, introducen diálogos del guión y pata tín pata tán. Pues, quizá más que documental se parezca a las primeras películas de Cassavettes ya que la riqueza que comenta Cantet, parece consistir en la captación de cierto nivel de improvisación de los actores y actrices, de dejar ocurrir lo inesperado durante el rodaje, que no está mal. Pero lo real, ese instituto, los chavales del instituto, el barrio y los alrededores sociales del instituto, parece que “no han intervenido la película”, (repetimos "intervenido, modificado la película"), no la han hecho suya al parecer. No sabemos si los beneficios irán repartidos entre los productores, actores, directores, participantes y el propio instituto, el escenario real. Lo real...bueno, lo real es posible que quede sepultado bajo los procedimientos habituales del cine convencional.
Y no lo decimos como defecto sino como el procedimiento conocido. Es una película de ficción. La realidad es el paisaje pasivo de una creación pertenecientes a extraños.
Ahí tenemos a otra oscarizable como “Slumdog Millionaire”, demandada por una asociación de defensa de los derechos de los residentes de chabolas (“algunas personas de la realidad”, suponemos) donde se filmó, por que la película describe con mal gusto a los residentes de las barriadas pobres de la India.
Quizá, por ser justos y ya lo veremos, Entre les murs es una película sobre el autor del libro y profesor protagonista de la película.El sí gozará de muchos efectos y beneficios, como corresponde. Allí ahí un dato de realidad no despreciable. La impresionante Ser y tener de Nicolás Philibert ya había pasado con creces estas fronteras dentro de una institución escolar.
La pregunta final de la entrevista a Laurent Canet no tiene desperdicio: “¿Podrá volver a rodar de otro modo después de esta experiencia de intercambios entre la ficción y la no ficción?”...y nosotros le responderíamos : ¿podría definirme con claridad usted, a qué se refiere con “no ficción”... para así, después de esta mínima aclaración, a lo mejor, podríamos empezar una entrevista interesante?
Iremos a verla.

1 comentario:

  1. Entre los muros del tiempo click

    En los términos del CsA, hay un “tiempo-mental-click” de las imágenes (como lo hay también, añadiría yo, y con mucha más compulsividad si cabe, de las palabras). En el blog del CsA se publican regularmente palabras, lecturas de imágenes en un tiempo-click, y se anuncia últimamente en ellas que las imágenes que se generan desde la propia práctica cinematográfica van a apostar por la espera, por desaparecer temporalmente en este cine de inmersión, mientras por otro lado, en el tiempo-click de la palabra publicable, se pone ahora en cuestión la legitimidad económica de una película que ni siquiera se ha visto, se nos habla de ciertas entrevistas y derivas críticas en torno a la realidad y la ficción sin contar con las imágenes que han motivado dicha fabricación de discursos. Como cineasta, no me siento solidario de esta doble clausura en torno a las imágenes, de esta especie de “double bind” del discurso sobre sí mismo, y menos tratándose del trabajo de otro cineasta que considero muy interesante. Sin embargo, no puedo dejar de sentir que el CsA está cumpliendo muy bien su papel subversivo, su intención de agitación política, que a mí mismo me obliga a pensar y a cuestionarme mi propia legitimidad de cineasta. Voy percibiendo cada vez mejor el CsA como un auténtico “discurso herético”, en el sentido preciso de Pierre Bourdieu: “La subversión herética explota la posibilidad de cambiar el mundo social cambiando la representación de ese mundo que contribuye a su realidad o, más concretamente, oponiendo una pre-visión paradójica, utopía, proyecto o programa a la visión ordinaria, que aprehende el mundo social como un mundo natural; enunciado performativo, la pre-visión política es, en sí misma, una pre-dicción que pretende el acaecimiento de lo que enuncia. Así, contribuye prácticamente a la realidad de lo que enuncia por el hecho de anunciarla, de preverla y de hacerla pre-ver, de hacerla concebible y, sobre todo, creíble y crear de esta forma la representación y la voluntad colectivas que pueden contribuir a producirla”.

    Me disculpo por esta larga cita del libro extraordinario de Bourdieu "¿Qué significa hablar?", pero es que me parece que ahí está definida a la perfección la intención del CsA, al menos como yo la entiendo.

    Y bueno, como mi amigo Tudurí, a pesar de nuestra colaboración cinematográfica, de los largos años de reflexión común y del permanente intercambio (y disputa) de puntos de vista, no ha considerado hasta la fecha oportuno poner un link en su blog al colectivo cinematográfico al que pertenezco (Rizoma), voy a aprovechar la ocasión para hacerlo yo mismo:

    www.rizoma.ws


    Miguel Ángel Baixauli

    ResponderEliminar