domingo, 7 de abril de 2013

La Teoría, mientras tanto... PUBLICACIÓN DEL SEGUNDO MANIFIESTO DE CINE SIN AUTOR. CINE XXI. LA POLÍTICA DE LA COLECTIVIDAD.




Estimados y estimadas lectoras de este blog, cercanos, seguidores y participantes de  nuestro proyecto de Cine sin Autor, luego de un prolongado tiempo de anunciar que publicaríamos el Manifiesto 2.0 de Cine sin Autor. Cine XXI. La política de la colectividad pues hoy lo hacemos. 
Este texto es el que veníamos cerrando de hace meses. Meses en que en que no hacíamos más que repensarlo ante el devenir de nuestro propio trabajo en la Fábrica de Cine sin Autor en Intermediae Matadero Madrid y ante la mirada y el pulso tomado a lo que nos acontece como sociedad y en específico el cine.
Este Manifiesto, es el comienzo de otro período de reflexión. Como todo texto, fija nuestros hallazgos e intuiciones venidas fundamentalmente de tres fuentes: las lecturas sobre historia y teoría del cine, las películas en general que solemos consultar  y  sobre todo nuestro intenso trabajo cinematográfico de éstos últimos años.
Es otro comienzo porque lanzamos este texto a la red para iniciar un período donde lo compartimos para recibir opiniones, sugerencias, reflexiones que le permitan madurar hacia fuera de nuestro colectivo. Nuestra intención es dejarlo operar en la red aproximadamente un año, para luego publicar un texto que se nutra de sus ecos,  más participado y profundo.
El primer Manifiesto de Cine sin Autor fue publicado en noviembre del 2008 por el Centro de documentación crítica de Madrid. Unos cuantos años han pasado luego de aquella  publicación donde reuníamos las primeras aproximaciones a una manera de hacer y comprender el Cine.
Desde aquella fecha, en este blog, nos disciplinamos para generar cada domingo, una idea de cine. 
Ese primer y discreto objetivo consistía en el ejercicio escrito de vincular el Cine, su historia y sus teorías, con nuestra práctica de Cine sin Autor presente y con el presente del cine en general. Buscábamos que tal fricción levantara una productiva sospecha sobre todo el edificio que heredamos del cine para quedarnos con lo sustancial de esta fascinante actividad. Buscábamos que esa misma sustancia del cine, nos sirviera para entender qué modelo social podría edificarse para nuestro tiempo.
Y así lo hicimos cada domingo sin ninguna interrupción. No siempre por placer sino muchas veces por la disciplina que nos impusimos . Solo dignifica el sacrificio que nos autoimponemos como medio para alcanzar profundidad y verdad en lo que buscamos. Nada tiene que ver ésto con el trabajo en que las condiciones y el estado disciplinar lo ponen otros y uno solo puede acatar.
Escribir, en general, es un acto aclaratorio, una especie de machete mental con el que vamos abriendo camino en la maleza de la realidad y que permite desactivar y resolver  las dificultades que impiden o entorpecen el caminar.
Escribir sobre Cine, en nuestro caso, ha sido (y es)  un largo viaje de acción comparativa con el pasado para enunciar conceptos que nos permitieran operar socialmente con el en el presente y sobre todo en el futuro. Hemos escrito y lo seguimos haciendo para entender lo que visceralmente comenzamos a hacer en el año 2007 cuando decidimos abandonar los dos primeros años de solo escritura y atravesar el espesor de personas y grupos concretos del afuera del cine, el de las vidas, con el fin de producir películas con la gente común.
Cine XXI. La Política de la Colectividad. Manifiesto de Cine sin Autor 2.0. fueron sucesivos apelativos que surgieron progresivamente.
Cine XXI es el intento por fijarnos en el tiempo presente y futuro. Una especie de imposición para no caer en el limbo del saber histórico y teórico y recordarnos a cada momento que, inapelablemente, si queremos pensar en el Cine seriamente, debíamos tomar la cámara y comenzar a atravesar la intensa realidad de los cuerpos, las situaciones, la tecnología, las formas de pensar y sentir de hoy día. 
Multitud de conversaciones han ido nutriendo nuestro conocimiento que hoy resumimos en este segundo Manifiesto.
La Política de la Colectividad es el enunciado global que llegó luego de varios años de práctica y trabajo como una necesidad obvia para nuestro tiempo. La necesidad de una Política institucional y social necesaria para acoger y dar cabida a los inabarcables flujos de audiovisual que la era digital permitió explosionar.
Manifiesto de Cine sin Autor 2.0 quiere dar una continuidad del texto comenzado con la publicación del primer Manifiesto en el 2008, continuado en las dominicales reflexiones de este blog y nutrido por una constante búsqueda de sistematización del conocimiento en el que seguimos y seguiremos.
Robert Stam abre su libro Teorías del cine, poniendo de manifiesto que “la teoría del cine es una empresa internacional y multicultural, aunque con demasiada frecuencia sigue siendo monolingüe, provinciana y chauvinista. Los teóricos franceses han empezado hace poco a citar trabajos en inglés, mientras que la teoría angloamericana tiende a mencionar sólo aquellas obras francesas que han sido traducidas al inglés. Los trabajos escritos en ruso, español, portugués, italiano, polaco, húngaro y alemán, y no digamos ya los textos en japonés, coreano, chino y árabe, quedan muchas veces sin traducir y su importancia se ve minimizada, cosa que también les sucede a los trabajos escritos en inglés en países como la India y Nigeria. Gran cantidad de obras fundacionales, por ejemplo los voluminosos escritos sobre cine de Glauber Rocha -análogos en ciertos aspectos a la obra escrita de Pasolini, que combina la teoría y la crítica con poemas, novelas y guiones -, no se han traducido nunca al inglés. Aunque Bordwell y Carroll tienen razón en ridiculizar la servil francofilia de esa corriente de la teoría cinematográfica posterior a la década de los sesenta que reverencia a los gurús parisinos mucho después de que su aura se haya desvanecido en la propia Francia, su correctivo no debe ser la anglofilia o el patrioterismo estadounidense, sino un verdadero internacionalismo.”
Demás está decir que la voz de un colectivo surgido al margen de toda oficialidad, en un país como España, con un escaso desarrollo de pensamiento cinematográfico, es como el ladrido de un perro ladrando a la luna.
Aún así, y lejos de toda queja, nuestra voz se ubica en la marginalidad en la que muchas e importantes experiencias cinematográficas y audiovisuales se encuentran, producidas en el afuera del Cine,  pero que llevan tiempo redibujando el mapa del cine que sin lugar a dudas acabará diseñando un universo de producción para el siglo XXI totalmente distinto al conocido.
Como remarca el autor que citamos para ubicar su libro, nos enfrentamos “al mismo problema logístico que acuciaba a cineastas primitivos como Porter y Edison: el problema del “mientras tanto’, es decir, el problema de ir mostrando sucesivamente lo que sucede simultáneamente en escenarios distintos... Mientras tanto en Francia... mientras tanto en la teoría del cine... mientras tanto en el tercer mundo”. 
Mientras tanto en España... decimos con esta publicación... pero ni siquiera ésta delimitación geográfica sería exacta. Deberíamos decir, mientras tanto... en unos lugares concreto de Madrid o de Toulouse, que es donde operamos...
No es un dato menor. El texto de Stam remarca justamente la manera en que el contexto de la voz que habla de cine tiene que ver con su repercusión, a lo que habría que agregar que en el Cine, el alcance de la voz viene ligado al status de quien la emite en el reducido concierto de la critica y el periodismo cinematográfico internacional. Si tienes buena reputación en la familia cinematográfica, tu mensaje se disparará con poderosa fuerza. 
“La teoría cinematográfica es un corpus de conceptos en evolución cuyo objetivo es dar cuenta del cine en todas sus dimensiones... para una comunidad interpretativa de estudiosos, críticos y espectadores interesados”, remarca Stam. Parte de lo que nos ha movido y nos mueve a escribir constantemente, es el empecinamiento por desarrollar conceptos, que nos permitan en primer lugar a nosotr@s, los que hacemos un Cine sin Autor, fijar memoria de los hallazgos y desactivar todo aquel bagaje que nos impida hacer del cine una herramienta colectiva y democratizada que mejore la calidad de nuestro modo de estar en el mundo. Pero también para que estas huellas reflexivas, sirvan a otros que al encontrarse con éste “corpus conceptual en evolución” encuentren pistas sobre las que poner a operar un modelo social de producción cinematográfica que dignifique de manera eficaz al conjunto de la población. Y por último, a nuestro empecinamiento también lo mueve la conciencia histórica de lo difícil que es romper el interesado y peyorativo  ocultamiento y desinterés del sector oficial, académico, histórico y periodístico por la formas y modelos de producción de Cine que no se enmarcan dentro de sus cánones casi siempre centrados en el eje euro-norteamericano y sus producciones. Si algún aporte ofrecemos, creemos que es el de ser visagra  entre el cine del futuro y la historia que heredamos. Son ya unos cuantos años y muchos debates como para no asumir ésta función, conscientes  del raquítico ámbito de amplificación que tenemos en éstos momentos por el lugar desde el que hacemos y escribimos el cine y por la escandalosa situación de homicidio social que los minoritarios sectores políticos y financieros han provocado.
Aquí les dejamos entonces, un domingo más de los más de tres años en que escribimos en este blog, esperando que al menos les provoquemos el necesario sentido de la reacción y organización social en torno al cine.
Un gran abrazo, gracias por habernos seguido durante todos estos años y gracias anticipadas para quienes tengan intenciones de seguirnos. Y sobre todo, un profundo y estrecho abrazo para todos y todas aquellas personas que en cualquier rincón del mundo, estén trabajando para transformar al Cine del siglo XXI en un entorno de producción para cualquier persona, para hacer de cualquier lugar un plató social de donde surja el imaginario colectivo y, en definitiva, para edificar el IMPERIO DEL CINE DE LA GENTE COMÚN.


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